Ahora que muchos profesionales del arte se pasen, más o menos felices, por los pasillos de ARCO, los que siempre hemos pensado que la trascendencia del arte tiene mucho más ver con su valor de uso y muchos menos con su valor de cambio, que el significado de las imágenes es más importante que el significante, o que la copia puede superar, en muchas ocasiones, al original en relevancia social, nos preguntamos: ¿para qué queremos los vascos el original del Gernika si ya tenemos esta imagen impagable de ETA entregando «algunas» de sus armas a los mediadores internacionales? Y luego dicen que el arte no sirve para nada…..en fin, parece que esto, afortunadamente, no tiene vuelta atrás.