La semana pasada se celebró en Arteleku el último tramo de Marginalia, el taller que Aimar Arriola ha coordinado en torno a la reactivación de la Biblioteca de Pepe Espaliu, depositada en Arteleku poco después de su muerte en 1993.
Aimar me invitó a que explicara las circunstancias en las que se produjo aquel acontecimiento. Esta es la grabación de la conferencia donde doy cuenta de algunos rastros residuales de memoria de aquella experiencia. En cierto sentido, el trabajo que Aimar Arriola está haciendo sobre esta parte de la historia de Arteleku, me da pie también a poner en valor la memoria de aquellos años y activar su potencia en el contexto actual.