Si comprobamos cuáles son las áreas que pretende medir el informe PISA (comprensión matemática, lectora y ciencias naturales) no hay duda de que el verdadero propósito de este informe, elaborado por encargo de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) estriba en inocular, de forma sutil pero esmeradamente eficaz, una determinada concepción neoliberal y productivista de la educación. ¿Dónde quedan el resto de las facetas del desarrollo humano, la capacitación intelectual integral, la empatía emocional, la inserción social, la imaginación, creatividad y capacidad creadora. ¿Dónde el empoderamiento crítico de l*s alumnos, la educación en la igualdad? ¿Dónde la ética, la filosofía o el arte? En definitiva, marginalr cada vez más el papel de la educación como motor de transformación social e individual. Estas y otras reflexiones ampliadas las podéis encontrar en el artículo del profesor e investigador José Segovia Martín, publicado en el periódico Diagonal